Saliendo de la vereda la Oculta, municipio de Támesis (245 km2 y 16.000 habitantes), a 1.000 m.s.n.m., se asciende por la empinada montaña con bellísima vista sobre el valle que el río Cauca forma en la zona del suroeste antioqueño; excelente clima y fértiles suelos en esta zona de vida bh-PM (bosque húmedo premontano) muestran con abundancia los cultivos de café, aún arbolados de nogal cafetero y cedro rojo, naranjales y pastos; las viviendas rurales son numerosas, comprobación del amable clima. A los cerca de los 2.000 m.s.n.m., ya sobre la zona de vida bh-MB (bosque húmedo montano bajo), aparecen los ahora tan de boga cultivos tecnificados de aguacate Hass, y por vía carreteable, pasando por Palo Cabildo, llegamos a los hostales La Nohelia y La Viña, hostales rurales de gentes locales cercanos al municipio de Jericó (193 km2 y 14.000 habitantes), donde la amabilidad y acogida familiar hacen del turismo local una opción especial.
Al día siguiente, desde Jericó y en bus de escalera, sobre la vía que conduce al municipio de Jardín (224 km2 y 14.000 habitantes), llegamos hasta el corregimiento de Buenos Aires, poblado de arquitectura antioqueña, casas de bahareque y madera, para ya si continuar en caminería por senderos rurales, siempre por el margen superior de la zona de vida bh-PM (bosque húmedo premontano), con suelos de cenizas volcánicas fértiles y profundos, y montañas que forman cuencas hidrográficas inmensas, repletas de cultivos de café y plátano y mucha población campesina, bellísimos paisajes de vida y naturaleza, que reafirman la oferta agrícola potencial y la amabilidad del clima en la región.
Al día tres se llega en chivero a la vereda Macanas, donde puede visitarse ´La Casa de las Dos Palmas´, lugar imaginario del país literario de Balandú de Manuel Mejía Vallejo, que a pesar de su abandono conserva la energía y la atmósfera vívida de la obra literaria, además de la fiel muestra de la arquitectura y la tecnología de construcción de su tiempo. Desde allí se asciende hasta los 2.400 m.s.n.m. por pastizales húmedos, para alcanzar el boquerón que separa los departamentos de Caldas y Antioquia, y continuar en la zona de vida bmh-M (bosque muy húmedo montano), donde la humedad altísima propia de este clima muestra bosques repletos de musgos y epífitas, un uso posible de la tierra restringido a pastizales húmedos con ganadería extensiva y de productividad menor, y una población dispersa, escasa y de baja capacidad económica; los suelos son arcillosos y los caminos fangosos.
Finalmente se llega al lugar donde otrora existiese el poblado de El Rosario, que floreció gracias al hallazgo de una veta aurífera, y también desapareció en el tiempo, con razones no muy claras y llenas de fantásticas anécdotas.
Es toda una experiencia pernoctar donde Aníbal, hombre solitario que habita y cuida del ganado de una hacienda mayor, donde conocer y compartir por un día su forma de vida en estas apartadas regiones nos lleva a un acto de reconsideración con nuestros compatriotas del campo.
Gracias a Oca por brindar la oportunidad de viajar por estos parajes del país.