En el municipio de Medellín (382 km2 y 2´550.000 habitantes), saliendo de la vereda Belén Aguas Frías parte alta, hasta donde se llega en transporte urbano, ya a 1.900 m.s.n.m., se asciende hasta el Alto Ventiadero a 2.550 m.s.n.m., siempre por la zona de vida bmh-MB (bosque muy húmedo montano bajo); el uso de la tierra actual trae un gran respiro de ánimo a los amantes de la recreación y el turismo de naturaleza: montañas que rodean la ciudad y que hasta hace pocos años eran pasturas bajas, con muy poca producción pecuaria, han sido adquiridas en buena parte por la administración municipal, y son ahora zonas en recuperación de su naturaleza, revegetalizadas en parte por programas de forestación con especies nativas, y en gran parte por el proceso espontáneo de la regeneración natural, ya en parte rastrojo bajo, ya en parte rastrojo alto, y algunos lugares iniciando la condición de bosque secundario, que se anexan a los relictos de bosque primario conservado. Puede entonces apreciarse curiosidades botánicas, como el árbol de yolombo, tan famoso y tan escaso, y ejemplares de olleto.
Merecen ser relacionadas las reservas naturales que se han establecido, de norte a sur, así: Sorrento (arriba de Belencito Corazón), Aguas Frías (arriba de Belén Las Violetas), Barcino (arriba de Buga), y Manzanillo (arriba de Tres Cruces, de Belén Rincón y de la Loma de los Bernal).
Andrés Taborda, nacido y habitante de la zona de los cerros occidentales de la ciudad de Medellín, y quien conoce ésta en detalle, así como su evolución en las últimas décadas, es hoy un joven guía local, dedicado con esmero a fomentar las actividades de recreación y turismo de naturaleza en estas montañas y en el recorrido de las áreas de reserva. Gran labor hace para con su zona y comunidad, y muy especialmente en la oportunidad que ofrece a los habitantes urbanos de disfrutar de la naturaleza y el ejercicio al aire libre: gracias Andrés !!!.