Es un agradable día de experiencia y aprendizaje en una parcela rural, vereda La Maravilla, seguida de visita al centro de procesamiento del grano de cacao a chocolate en el municipio de San Francisco (372 km2 y 5.500 habitantes, 55% rural).
Andrés Marulanda, de origen y dedicación urbana, y quien por motivos matrimoniales vino a suceder a su suegro en la parcela familiar, convirtiendose así en trabajador del campo, se dedica hoy al cultivo del cacao, la avicultura y la piscicultura.
Andrés y su esposa reciben a los visitantes con un rico desayuno local, preparado en los fogones a leña construidos durante un programa gubernamental de unos años atrás, donde con el objetivo de mejorar el bienestar y la salud de la población rural se construyeron muchísimos de éstos, con excelente diseño, ubicados fuera ó en la periferia de la vivienda, con chimenea adecuada, logrando así un uso eficiente de la leña y retirar el humo del interior de las viviendas.
El visitante recibe luego una explicación en vivo y detallada de los tipos de cacao, sus características, y el proceso para llevarlo a chocolate de mesa. Se va entonces al campo, donde in situ cuentan todas las actividades requeridas y propias del cultivo. Además se incluye la visita al galpón de gallinas ponedoras, la información sobre su crecimiento, período de postura, mercado local del huevo, para pasar también por los estanques de peces de tilapia roja.
Sigue una caminada al río Las Aguadas, donde un sitio privilegiado de bosque primario y cascadas cristalinas, charco El Espumero, se aúnan al rico almuerzo en moga preparado por la señora de Andrés.
En la tarde se visita la planta de Asofagua (Asociación de Familias Guardabosques) en el casco urbano, donde la líder Margarita ofrece un recorrido explicativo de todo el proceso de transformación del cacao, grano que es comprado a los agricultores que se han vinculado al programa de sustitución de cultivos ilícitos en años anteriores (i.e. coca). En el proceso se aprecian el tostado del grano, la trillada ó retirada de la piel del mismo, la molienda del grano hasta convertirlo en ´licor´, aún caliente, el secado y el empacado. La asociación también cuenta con equipos para el proceso del café, ofreciendo así café especial de la zona en su empaque distintivo, y apoyando a los agricultores locales en su proyecto de vida.
Cuánta enseñanza, cuánto entendimiento de lo que se vive detrás de una taza de chocolate, cuánta valoración del trabajo y las gentes del campo, cuánto aprecio por el proceso de paz: mil gracias a Aventura San Francisco por esta oportunidad.