Saliendo de Sonsón (1.323 km2 y 36.500 habitantes), en chivero hasta la vereda La Palmita, a 2.655 m.s.n.m., en zona de vida bmh-MB (bosque muy húmedo montano bajo), zona de lechería y agricultura de huertas, se asciende hasta el boquerón entre los páramos La Vieja y Palomos, a 2.755 m.s.n.m., que da paso desde la vertiente del río Cauca hacia la del río Magdalena, lugar donde en un sábado típico de quincena se encuentran muchos arrieros ´ajustando la carga en el camino´, para así estar seguros de que en el largo descenso agreste de piedra no se tendrán imprevistos indeseables: escena ésta que muestra aún viviente la antigua actividad de la arriería en la conquista de los terrenos montañosos de Colombia.
Allí si inicia una zona de vida de bp-M (bosque pluvial montano), y después de pasar por Murringo, y bordeando el río Verde de los Montes, ajustando los 18 km se llega finalmente a La Capilla, a 1.350 m.s.n.m., en zona de vida bmh-PM (bosque muy húmedo premontano), caserío enclavado en las montaña donde hacia 1907 se construyó la hoy existente iglesia en madera, obra bella y merecedora de admiración.
Bajando a la quebrada Santa Bárbara, a 1.200 m.s.n.m., se asciende por caminos de herradura, y entre pequeños cultivos de café y pastizales puntuales, del tamaño típico de campesinos ´colonos´, habitantes aguerridos que sin capital ni tecnología, y la única ayuda del hacha y el machete han ´abierto´ trozos de monte para establecer allí sus parcelas de supervivencia; y continuando un fuerte ascenso hasta los 2.040 m.s.n.m. se logra el alto La Cuchilla, con carretera hasta el municipio de Argelia (254 km2 y 7.700 habitantes), a 1.700 m.s.n.m..
Desde Argelia sale el camino antiguo de herradura, siempre en la zona de vida bmh-PM (bosque muy húmedo premontano), cruzando por entre monte en gran parte, monte exuberante en flora y humedad, sobre terrenos escarpados de roca cuarzodiorita, pasando por algunas veredas campesinas de colonos como La Mina, El Rosario, Alto del Perro, Alto del Tigre, Chamberí, Alto Bonito, y finalmente Mesones; todos éstos lugares donde se encuentra personas del campo, en sus pequeñas parcelas, que ahora, después de años de ausencia obligada por los fenómenos de violencia, regresan poco a poco a recuperar sus parcelas, las viviendas desde escombros, las tierras convertidas en bosques que ya parecen primarios, pero que con una ojeada cuidadosa se nota su composición con especies pioneras, alto número de árboles, diámetros delgados, alturas uniformes, que denotan su juventud. Hospedarse en su casa una noche, conversar, oír sus historias, nos trae a la realidad de la crudeza de los fenómenos de violencia, del gran alma humana que estas gentes campesinas, aisladas, albergan y ofrecen a los visitantes, de la angustia por un proceso de paz.
Desde Mesones se sigue el camino bajando hacia el valle del Magdalena, cruzando por el bosque húmedo-PM (bosque húmedo premontano), con algunos cultivos de café, pero ahora con un uso de la tierra cada vez más y más concentrado en ganadería extensiva, con el evidente fenómeno de la recuperación de tierras desde bosque secundario a pastizales nuevamente, en fincas pequeñas. Se camina por el costado norte del río Samaná Sur, con bellísima vista hacia el costado sur de la cuenca, el departamento de Caldas, en el municipio de Norcacia, donde la apreciación clarísima de solo pastos entremezclada con relictos de bosque natural denotan ahora el logro del programa ´Caldas sin coca´, que nuestro simpático y auténtico guía y arriero, Nelson Loaiza, explica fueron todos campos para cultivos ilícitos. Así, recorridos unos 18 km, se llega al corregimiento de Guadualito, otrora próspero caserío en zona de ganadería de pequeñas fincas de campesinos vivientes.
El camino continúa bajando hasta el río San Lorenzo, regresando al municipio de Sonsón, municipio cuyos límites comprenden zonas tan disímiles y distantes que es difícil comprender cómo sus habitantes puedan sentirse propios del mismo, y cómo sus dirigentes puedan siquiera comprender sus condiciones y requerimientos, …. y atenderlos. Se aprecian en el descenso, y cruce ahora por la zona de vida bh-T (bosque húmedo tropical) el cambio, poco a poco hacia un uso de la tierra de ganadería extensiva, propia de grandes fundos de propietarios ´ganaderos´ no vivientes en el lugar, un cambio ambiental y social completo, muy similar al de gran parte del área ganadera existente en el país. Finalmente se llega al lugar de Rancho Quemado, en la vereda Mulato Bajo, para acabar de llegar a San Miguel en chivero, embarcar en el río La Miel, bajar a la afluencia con el río Magdalena, y llegar a puerto Triunfo.
A manera de resumen, en un recorrido de cinco días, es como un paso por el túnel del tiempo entre la otrora muy importante población por explotación auríferas de Sonsón, con clima alto y frío, a través de inclementes climas muy húmedos en alturas medias de la cordillera, con fenómenos rurales de campesinos subsistentes en pequeñas parcelas en medio de bosques exuberantes, hasta la actividad ganadera que sube desde los valles tropicales, con todo su fenómeno histórico de pequeños claros a grandes haciendas.
Gracias a Oca por la oportunidad de conocer y poder vivir un instante estos lugares e historias, aún cercanas físicamente, lejanas en las condiciones e historia, de nuestra Colombia.